Saludo navideño

Saludo navideño

Saludo navideño
de fr. Roberto Genuin
Ministro General
de los Hermanos Menores Capuchinos

Navidad 2018

 

Queridos hermanos, ¡qué alegría encontraros!
Luego de unos meses del inicio de mi servicio como Ministro General tengo esta ocasión para enviaros un saludo de Navidad.
Esta mañana, quien presidía la Eucaristía nos hizo una simple, breve homilía: recordaba, pensando en el Emmanuel, que todo
lo que el Señor hace por nosotros, lo hace simplemente porque nos ama. No porque Él quisiera de nosotros quizás qué cosa, sino
porque Él nos ama.
 
Pienso que sentir el amor de Dios fue, indudablemente, para cada uno de nosotros el inicio de nuestra historia con el Señor, el inicio
de nuestra vocación, el inicio de nuestro camino de respuesta a Él. Imagino aquellos encuentros inefables, personalísimos, que el
Señor tiene con cada uno de nosotros de los modos más diversos, de las maneras más singulares, pero ciertamente nosotros hemos
encontrado este amor de Dios en un tiempo. Pienso también cuantas veces, en el curso de la vida más o menos accidentada que cada
uno de nosotros tiene, en los varios lugares donde pudo vivir, en los servicios que realizó, cuántas veces pudo personalmente darse
cuenta, a través de la mediación de los hermanos, cómo el Señor para cada uno de nosotros es Uno que verdaderamente nos ama.
Entonces, si el Señor nos ama, es imposible tener miedo delante de alguien que nos quiere. ¿Por qué a veces tenemos un poco
de miedo? Simplemente tenemos miedo, o nos encontramos en dificultad, cuando nos alejamos de Él. Un día hemos tenido la
experiencia de cómo el Señor nos seduce, la hemos tenido tantas veces en la vida. El Señor vuelve para decirnos que nos ama. Esta
presencia incesante del Señor quiere hacernos experimentar de qué naturaleza es su amor, qué riqueza da su amor, qué vida por
nuestra vida, qué sentido, que plenitud…
 
Cuando pensaba en estos días qué os diría, pensaba para mi mismo qué debía deciros: mirad que el Señor viene todavía para
encontrarnos, para darnos esta plenitud; nuestra vida es estupenda, con tal de que no nos olvidemos de Cristo el Señor.
Os deseo de corazón, de corazón a todos, en cualquier situación que viváis, que encontréis a este Señor que
nos ama, de re-encontrarlo, porque seguramente ya lo habéis encontrado. Pero como es siempre nuevo
el amor del Señor, es siempre más profundo, es siempre más eficaz, me lo deseo para mí, lo deseo
para los hermanos de esta fraternidad de la Curia General, que es una espléndida fraternidad,
lo deseo para todos los hermanos que están alrededor del mundo, que son buenos hermanos…
Mis mejores deseos, encontrad al Señor ¡Feliz Navidad para todos!
 
Fr. Roberto Genuin OFM Cap.
Ministro General