¡Queridos hermanos!
La Regla y la vida de los Hermanos Menores es observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin nada propio y en castidad. Jesús, nuestro maestro y evangelio.
En esta semana reviviremos lo que el Señor hizo por nosotros. Pienso que sentía en su interior nuestro Señor, sobre lo que podía pasar en esa semana, cómo también, podía Él ver como muchas cosas humanamente se truncaban. No habrá sido muy fácil. Creo que también nosotros estamos experimentando, en parte, aunque pequeña, esta dimensión de abandono, de dificultad, de cansancio, de preguntarnos qué está pasando … Podemos seguir un poco los pasos de nuestro Señor.
En este período, muchos de nosotros estamos en sus hogares, unos por más tiempo, otros por menos tiempo y es interesante ver y reflexionar cómo todos nuestros planes, todas nuestras actividades, todos nuestros proyectos, las cosas positivas, incluso las nuestros hábitos negativos, de repente todo cae, ya no valen mucho, no sirven mucho. Es un período absolutamente propicio para volver a centrar el significado de nuestra vida y actividades en el seguimiento de nuestro Señor Jesucristo. Al final nos damos cuenta que muchas cosas efectivamente no valen tanto. Puede ser que mañana llegue también a la General Curia el virus y que algunos de nosotros tengamos que quedarnos en cama y enfrentar esta enfermedad.
¿Qué podemos hacer en este período además de reflexionar realmente sobre lo que vale? Podemos también nosotros hacer lo que me decía un hermano en estos días: “hoy experimenté un momento muy difícil, porque sentí casi el peso de todo el sufrimiento de los hermanos, la inquietud, el miedo y el sufrimiento de cientos de miles de personas en el mundo, la preocupación. Nosotros también podemos hacer esto. Por los muchos hermanos que están enfermos, pero sobre todo por muchas personas que sufren en este momento, tienen miedo, no saben cuál será el futuro, pierden a sus seres queridos … Podemos asumir el sufrimiento del mundo como hermanos capuchinos.
En estos días aquí en Italia comienza la primavera. Ya algunos árboles comienzan a florecer. El tilo que está en el claustro de la Curia comienza a echar gemas. Tal vez para Semana Santa, espero, veamos las primeras hojas verdes.
Bueno, creo que si definitivamente redirigimos nuestra vida siguiendo los pasos del Maestro, si volvemos a observar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, que es lo que vale, también encontraremos la energía para hacer brotar nuevas hojas y comenzar con más decisión a trabajar por el Reino de Dios.
Mis mejores deseos para todos los hermanos. ¡Feliz Pascua de Resurrección!
Hno. Roberto Genuin
Ministro general OFMCap
(El texto es una transcripción del video mensaje del Ministro)