¡Paz y Bien!
La Orden Franciscana inició en 2023 una serie de celebraciones para recordar, agradecida, algunos acontecimientos muy importantes sucedidos en los últimos cuatro años de la vida de San Francisco. En el año pasado recordamos la aprobación, en 1223, de la Regla que escribió para sus hermanos, también, la celebración de la Navidad en Greccio, noche en la que quiso representar el nacimiento del Hijo de Dios en un pesebre.
En este 2024 conmemoramos los 800 años de una experiencia trascendental en la vida del pobre de Asís: el don de los estigmas. San Francisco, desde el principio de su conversión hasta su muerte, manifestó una gran devoción a Cristo pobre, Crucificado y glorioso, que vio claramente representado en el icono del Cristo de San Damián, el cual estaría siempre unido a su experiencia evangélica y aventura espiritual. De aquí que en todo momento su gran pasión será predicar, con palabras y obras, al Crucificado.
En el año de 1224 Francisco, deseoso de celebrar la novena de San Miguel Arcángel, se dirige junto con tres hermanos al monte Alverna, un lugar que un benefactor le facilitó para retirarse en silencio y oración. Es ahí, a mediados de septiembre, donde Francisco vio bajar del cielo un serafín con seis alas que tenía figura de hombre crucificado. Quedó absorto, sin entender nada, envuelto en la mirada bondadosa de aquel ser, que le hacía sentirse a un tiempo alegre y triste. Envuelto en ese misterio, recibe el don de los estigmas en su cuerpo para tener, como el mismo Cristo llagadas sus manos, pies y costado.
Este acontecimiento marcó maravillosamente el último tramo de vida de San Francisco, pues venía a ser la respuesta a su deseo más íntimo, acariciado por muchos años: “Oh Señor mío Jesucristo, te pido me concedas antes de morir sentir en mi alma y en mi cuerpo, en cuanto es posible, el dolor que tú, dulce Jesús, soportaste en la hora de tu terrible pasión”. Se convierte en “otro Cristo”, y queda así su vida confirmada como auténticamente evangélica. .
Al celebrar este octavo centenario de la estigmatización de San Francisco somos invitados a renovar nuestra vocación cristiana de manera que manifestemos con signos claros la presencia de Dios en nuestra vida para el bien de los demás .
Agradecemos que hoy tengas contigo este calendario por el cual, acompañados de la figura de San Francisco y a través de las fotografías de los Hermanos en sus diferentes Fraternidades, nos queremos acercar a ti para compartir este año que Dios nos regala.
Nos encomendamos a tu oración, teniéndote presente en la nuestra
Bendiciones de tus Hermanos Menores Capuchinos
Paz y bien.