Nació el 25 de marzo de 1979, en la comunidad La Granja, municipio de Huanímaro, en el estado mexicano de Guanajuato. Es el quinto de los 11 hijos del matrimonio formado por el señor Crispín Jaime y la señora Juvelina Martínez.
Fue bautizado con el nombre de José Eleazar el 15 de marzo de 1980 en la parroquia de san Juan Bautista, Huanímaro; recibió el sacramento de la confirmación en el mismo lugar el día de la fiesta patronal de 1983.
Realizó estudios de primaria y secundaria en su comunidad, y al término de los mismos, buscando oportunidades de desarrollo personal y profesional, ingresó al ejército mexicano en donde permaneció nueve años. Allí cursó la preparatoria para continuar su instrucción hasta graduarse en 1997 como subteniente de administración en la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea.
Como militar participó principalmente en labores de asistencia social en el sureste de México, desempeñando tareas concernientes a su especialización. Una vez que pudo causar baja en el ejército laboró en la iniciativa privada en distintos puestos de carácter administrativo.
Inquieto interiormente, se acercó a los hermanos capuchinos para iniciar un proceso de acompañamiento vocacional que le permitió vislumbrar su llamado para ingresar, el 11 de septiembre de 2005, al postulantado que ese año era trasladado a La Piedad, Michoacán. Terminada esta etapa de formación, pidió ser aceptado al noviciado, el cual comenzó el 2 de agosto de 2007 en la ciudad de Puebla. Se consagró a Dios con el vínculo de los votos religiosos el 17 de julio de 2008. (Él y sus tres compañeros fueron los últimos hermanos que profesaron para la entonces Viceprovincia de México antes de que se diera la unificación con la Viceprovincia de Texas).
Como profeso temporal se integró a la fraternidad de la Ciudad de México en donde cursó el bienio de estudios filosóficos en la Universidad Intercontinental, obteniendo el título de bachiller en 2010 luego de presentar su trabajo final sobre san Buenaventura. Ese mismo año inició estudios de teología en el Instituto de Formación Teológica Intercongregacional de México, graduándose en 2015. En el verano de 2011 interrumpió por un año los estudios académicos a fin de participar en las distintas experiencias formativas (trabajo social, misión y oración) propuestas como preparación para la profesión perpetua que emitió en la parroquia de la Inmaculada Concepción y San Pío, Ciudad de México, el 12 de octubre de 2013.
En 2015, coincidiendo el término de sus estudios con el inicio de un nuevo trienio, es destinado a la fraternidad del postulantado, en la Piedad, Mich., como vicario y ecónomo de la misma. Allí colaboró de manera cercana en la formación y la pastoral vocacional, de cuya comisión formó parte.
Junto con otros dos hermanos, recibió la ordenación diaconal en Puebla, Pue. el 1 de agosto de 2015, y luego de cinco meses la presbiteral en Chalcatongo, Oax. el 2 de enero de 2016. No mucho tiempo después le es diagnosticado cáncer en el sistema linfático que se tratará con quimioterapia y radiaciones, con resultados que en un primer momento fueron positivos.
En la organización de las nuevas familias luego del capítulo de la Custodia de 2018, asume el servicio de guardián y maestro de postulantes. Dos años después nuevamente aparece el cáncer y comienza otra vez el tratamiento respectivo. A pesar de su buena disposición para continuar con el trabajo encomendado, ve conveniente dejar temporalmente sus obligaciones a fin de atender de una mejor manera su salud, siendo destinado en diciembre de 2021 a la fraternidad de Zapopan, Jal.
Aun cuando el segundo tratamiento contra el cáncer no fue del todo exitoso, comenzó una etapa de recuperación aceptable que le permitía continuar con su ritmo de vida, ahora nombrado ecónomo de su fraternidad. Estuvo apoyando de forma cercana con ejercicios espirituales y otros servicios a las hermanas capuchinas de distintos monasterios, llegando a ser postulado como asistente de una de las tres federaciones en México, cargo que ya no llegó a asumir.
El hermano se vio afectado por la cuarta ola de covid-19 en México, pues aun cuando pudo superar la enfermedad, sus pulmones quedaron seriamente dañados; a esto se le sumó el desgaste de su cuerpo por el tratamiento permanente contra el cáncer, de manera que fue necesario su ingreso al hospital el 29 de enero de 2022, en donde rápidamente su salud por distintos motivos fue deteriorándose hasta que el día 7 de febrero se durmió en el Señor a los 42 años de vida, 13 de religioso y 6 de sacerdocio.