Felices Pascuas
Hno. Roberto Genuin
Ministro General de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos
¡Queridos hermanos!
Los saludo nuevamente después de algunos meses. Durante esta Cuaresma, aquí en la Curia, hemos celebrado todos juntos el Vía Crucis, después de las Vísperas de cada viernes. Un momento muy sencillo, pero también muy bonito para compartir la pasión del Señor.
En esta Cuaresma he reflexionado sobre el Señor que cae bajo el peso de la Cruz. Cae una vez, cae dos veces, cae tres veces… me ha venido este pensamiento: tendríamos que avergonzarnos un poco ante el Señor, que cae bajo el peso de la Cruz. Un poco de vergüenza por lo que somos, por lo que hacemos, por nuestros errores. La vergüenza puede ser un instrumento excelente para no ser demasiado orgullosos o no creernos que somos los protagonistas de nuestra salvación. Pero también la vergüenza puede un aspecto negativo: ser un freno paralizante. Cuántos hombres están bloqueados por la conciencia de su propia miseria. ¡Entre nosotros no debe ser así! El Señor en la resurrección nos libera también esta vergüenza negativa; Para que podamos tener ojos que resplandezcan de su luz, un corazón que emana su calor.
En esta ocasión quisiera decirles a cada uno de ustedes: ¡no se queden paralizados! ¡El Señor nos sana, nos realza, nos pone nuevamente en camino!
Sueño que cada uno de ustedes, en esta Pascua, tenga ojos que irradien la luz de la salvación del Señor. Pues un corazón lleno de amor para los hombres, y para los hermanos: ¡se percibe enseguida si lo tenemos! Lo deseo para cada uno de ustedes.
Gracias hermanos, por el itinerario de cada uno de ustedes. ¡Felices Pascuas!
Hno. Roberto Genuin
Ministro General OFMCap